GAZPACHO CON THERMOMIX

PROPIEDADES DEL YOGUR

El origen del yogur se ha relacionado con los ganaderos nómadas de la región de Mesopotamia, los Balcanes y Asia Menor, quienes transportaban leche fresca en sacos de piel de cabra. El calor y el contacto de la leche con la piel provocaban su fermentación y la convertían en una masa semisólida y coagulada.
Desde entonces, el yogur se ha convertido en el alimento lácteo más popular del mundo. Se elabora con dos bacterias imprescindibles: L. bulgaricus y S. termphilus. La combinación de ambas permite conseguir el aroma y el sabor característicos del yogur.

¿Qué nutrientes tiene el yogur?

  • Probióticos: interaccionan con las bacterias de la microflora intestinal, que contribuyen a mejorar la digestión de la lactosa.
  • Proteínas, que contienen aminoácidos esenciales.
  • Nutrientes: el yogur contiene calcio, vitamina A, ácido fólico, magnesio y zinc.

El yogur contribuye a la salud digestiva y al tránsito intestinal

Tipos de yogur

  • Yogur natural, sin añadidos como azúcares o edulcorantes. Su contenido en grasa (mínimo 2 %) depende de si es entero, desnatado o semidesnatado.
  • Yogur azucarado o edulcorado: es el yogur natural al que se han añadido azúcares o edulcorantes.
  • Yogur con sabores. En este caso, al yogur natural se le han añadido otros alimentos. Ten en cuenta que la cantidad de yogur debe ser del 70 % como mínimo. Puede contener frutas, hortalizas, puré de frutas, pulpa de frutas, compota, mermelada, confitura, jarabes, zumos, miel, chocolate, cacao, frutos secos, coco, café, especias, etc.
  • Yogur aromatizado: es el yogur de sabores que incluye aromas u otros ingredientes con aromatizantes autorizados. La cantidad de yogur debe ser del 80 % como mínimo.
  • Yogur desnatado: todos los yogures que tengan un máximo de 0,5 % de materia grasa.
Existe un tipo de yogur que en muchas legislaciones no se considera como tal: la leche fermentada o fermento láctico. Se obtiene a partir del yogur que, después de su fermentación, se somete a un tratamiento térmico para alargar su vida útil. A diferencia del yogur propiamente dicho por no contener bacterias lácteas debido al tratamiento por calor.

Yogures tipo bídifus y l-casei

Lactobacillus Casei y Lactobacillus Bifidus son dos bacterias que se encuentran naturalmente en nuestro organismo (boca e intestino) y se utilizan para fabricar los alimentos probióticos. Cuando la leche se fermenta con estas dos bacterias presentes ya en nuestro cuerpo, se obtiene un producto final que tiene propiedades idénticas a las del yogur tradicional, pero no lo es porque no contiene L. bulgaricus ni S. termphilus.

Para reequilibrar tu flora bacteriana, es esencial eliminar los alimentos que no toleres o no digieras muy bien

¿Qué beneficios tienen los probióticos en nuestra microbiota intestinal?
La flora intestinal, el conjunto de bacterias y levaduras presentes en el intestino, tiene un papel mucho más importante en nuestra salud de lo que creemos. Las bifidubacterias, presentes en los yogures tipo bídifus, son bacterias que benefician la flora intestinal.
Y tú, ¿cuidas tu flora intestinal? Estos son los beneficios que te aportará hacerlo:
  • Mejora el hábitat intestinal. Ayuda a repoblar los intestinos de bacterias “buenas”.
  • Mejora el tránsito intestinal, aliviando los síntomas del estreñimiento.
  • Ayuda a mejorar nuestras defensas: una flora intestinal debilitada te hace más vulnerable a padecer cualquier enfermedad.




  • Mejora la digestibilidad de los alimentos y la absorción de todos sus nutrientes.
  • Ayuda a prevenir trastornos como estreñimiento, hinchazón abdominal o flatulencias.
  • Las bacterias y levaduras que conforman la flora intestinal han resultado ser eficaces para el tratamiento del síndrome del intestino irritable (SII).

Se recomienda de 1 a 2 productos lácteos al día. Al ser muy versátil, el yogur puede integrarse muy fácilmente en tu dieta diaria y en muchas recetas.

Te proponemos algunos trucos para introducir el yogur en tu alimentación diaria:
  • Añádelo en salsas que acompañen a verduras, carnes, pescados o ensaladas. El yogur puede reemplazar a la nata con la que habitualmente se preparan estas salsas.
  • Añade una pieza al día en forma de postre, merienda o desayuno. Puedes mezclarlo con trozos de fruta o en un batido.
  • El yogur es perfecto para preparar tartas y bizcochos, a los que aporta una agradable textura.
  • Si quieres controlar el peso, existen versiones de yogur desnatado cada vez más sabrosas. No obstante, hay que ir con cuidado, pues contienen mayor cantidad de azúcares que los yogures no desnatados.
  • FUENTE: REVISTA LIDL

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